martes, 15 de abril de 2014

¿Por qué entrenar la Toma de Decisiones en el TDAH?

¿Qué mecanismos cerebrales son los que fallan en el TDAH?

La respuesta a esta pregunta es: el área frontal del cerebro.

Es en esta zona donde se localizan las funciones superiores del ser humano. Aquellas funciones que regulan las conductas más complejas: planificación, organización, secuenciación, relaciones causales, el razonamiento, el pensamiento deductivo, la toma de decisiones, etc, es decir, aquellas funciones superiores y ejecutivas.

La configuración de las funciones del cerebro está determinada por su localización.

Las conductas reflejas, e instintivas se localizan en la parte inferior, en el Cerebro Instintivo, aquel que regula las conductas de supervivencia.

El Cerebro Emocional es el cerebro que se dedica a procesar las emociones: la ira, la rabia, la alegría, el deseo, etc. Se activa en situaciones de placer, alegría, tristeza, pena, etc.

La regulación de estas emociones estaría a cargo de la tercera entidad de la que se compone el cerebro: el Cerebro ejecutivo, es el más desarrollado y complejo. Es el cerebro que estamos midiendo cuando hacemos las pruebas de capacidad intelectual. Lo que hacemos es medir las consecuencias (anticipar las consecuencias de mis actos o de mis pensamientos y las respuestas de los demás), la capacidad para concentrarnos y focalizar la atención (y nos permite establecer un plan de acción y tomar decisiones), dirigirnos a ese plan de acción con perseverancia y con voluntad, tolerar la frustración, e inhibir tanto la conducta como las emociones y las pulsiones.

 Pues bien, todo lo desarrollado anteriormente se resume en que, todo depende del lóbulo frontal y más concretamente de la zona prefrontal, centro neurálgico del comportamiento dirigido. Pero haciendo referencia a la inteligencia ejecutiva, se puede decir, que es quién recibe las propuestas, las ocurrencias, las presiones, la inteligencia generadora, seleccionándolas y comparándolas según en el momento donde se encuentren.

                 

¿En qué afecta dicha alteración cerebral en el afectado por el TDAH a la hora de tomar decisiones?
El doctor Bronowski señaló que la capacidad para inhibir nuestras respuestas inmediatas y esperar durante un tiempo nos permite:

- Evaluar los acontecimientos separando nuestros sentimientos de la información: las personas con TDAH no ejercitan tan bien su habilidad para separar las emociones de la información, con lo cual no pueden guiar adecuadamente su comportamiento porque responden demasiado rápidamente. Como no controlan sus impulsos, no dejan tiempo suficiente para poder separar los hechos de los sentimientos personales.

 - Crear una conciencia del pasado y de futuro: una persona con TDAH responde demasiado rápido como para poder tener en cuenta sus experiencias pasadas y considerar qué pueden enseñarles los acontecimientos presentes. Lo que se denomina miopía temporal.

 - Hablarnos a nosotros mismos y usar el lenguaje para controlar nuestra propia conducta: el tercer aspecto producto de la capacidad de inhibir, retrasar nuestras respuestas y por ende, capacitarnos para tomar decisiones responsables y maduras, es la posibilidad de disponer de tiempo para hablarnos a nosotros mismos, lo que se denomina habla internalizada. Las personas afectadas por el TDAH tiene dificultad para contener e inhibir sus respuestas a los sucesos del ambiente que les rodean y por tanto, son menos expertas y eficaces para comunicar reglas o instrucciones, para controlarse así mismas durante el uso de tales reglas e instrucciones y para encontrar soluciones a los problemas que se presentan.
 

- Desglosar la información o los mensajes que nos llegan en partes y combinar esas partes en nuevos mensajes o respuestas (análisis y síntesis): la cuarta habilidad mental importante que el doctor Bronowski atribuye a nuestra capacidad para inhibir la conducta y esperar antes de responder, está relacionada con el uso del habla interna y tiene dos partes:

o La habilidad para desglosar la información o los mensajes que recibimos en partes o unidades más pequeñas (análisis).

o La habilidad para recombinar esas partes en nuevos mensajes o instrucciones (síntesis).


Como los afectados por el TDAH tienen una disfunción en estos procesos, podemos ver como los resultados en experimentos en psicología sugieren que los niños con TDAH no son tan buenos como otros niños cuando se les pide que digan todas las soluciones que se les ocurran a un problema, durante un periodo corto de tiempo.

 - La Motivación Interna: los niños con TDAH tienen muchos problemas con la persistencia, o lo que se llama corta duración de la atención. Realmente el problema no es la atención, sino la automotivación. No pueden crear una motivación privada, interna o intrínseca tan bien como los demás y no pueden mantenerse en actividades, planes o metas tan bien como los otros cuando el incentivo es pequeño o es la motivación lo que mantiene la conducta.



Conclusión

El TDAH es un problema en la habilidad para inhibir las respuestas, entonces, de acuerdo con la teoría de Bronwoski, podríamos suponer que cualquier persona que presente este trastorno tendrá problemas para tomar decisiones puesto que muestra graves dificultades en las cinco habilidades mentales, anteriormente mencionadas, las cuales nos permiten inhibir nuestras respuestas inmediatas y esperar durante un tiempo, necesario para realizar un buen análisis para la toma de decisiones fundamentadas. Esto es debido a que las personas con TDAH tienen afectado la zona prefontral del cerebro, centro neurálgico del comportamiento dirigido, con lo cual, el proceso de toma de decisiones también queda afectado, por tanto, se ve imprescindible el que exista un entrenamiento planificado, sistemático y constante para rehabilitar dicha zona cerebral alterada. Si todos los agentes educativos que rodean a los afectados por el TDAH (familia, maestros, profesores, educadores, etc) fueran metódicos a la hora de entrenar esta habilidad social necesaria, tal capacidad quedaría parcialmente o totalmente reestructurada para la vida adulta, autónoma y responsable.


`Las decisiones rápidas son decisiones inseguras`. Sófocles.

Los hermanos del TDAH ¿Cómo prevenir que se sientan ignorados?

El niñ@ con TDAH absorbe mucha atención de sus padres y por ello no tiene por qué perjudicar a sus hermanos.

Los niñ@s que presentan TDAH, demandan tanta atención individual que es muy común escuchar de los herman@s:

  “¿Por qué Pedro recibe tantos premios y yo no?”

 “¿Por qué tú le prestas mucha atención a mi hermano y no me prestas atención a mi?”

 “¿Cómo le has dedicado el martes a Pedro, ahora me toca a mí el sábado? ¿No?”

 “¿Por qué le has comprado ese regalo a Pedro y a mí no?  Me gusta más el suyo”

 La relación entre herman@s tiene siempre una rivalidad (más o menos intensa) respecto al deseo de sentirse únicos y especiales para sus padres.  Por lo que  es una característica bastante común en cualquier hogar con dos o más niñ@s, haciéndosemás intensa significativamente cuando uno de los niñ@s tiene TDAH.  La mayoría de las veces los herman@s notan la diferencia de trato que ellos reciben y la que recibe el que tiene TDAH, lo que genera y fomenta habitualmente conductas celotípicas.

Es más, explicaciones repetitivas, tales como: “tu herman@ tiene problemas” ya no convencen lo suficiente como para aliviar  tal rivalidad.

Ellos no consideran que el hermano con TDAH sea realmente diferente, sienten que éste recibe un tratamiento especial y quieren recibirlo también.

Como padres o tutores es imprescindible evaluar la forma en la que los otros herman@s reaccionan cada vez que proporcionan un castigo o una recompensa al que tiene TDAH.  Ya que si ignoran sus reacciones no estarán resolviendo ningún problema sino que estarán creando uno mayor.

Es normal que los herman@s reaccionen negativamente cuando sienten que uno de ellos recibe un tratamiento especial.  El tratamiento para un niñ@ con TDAH, no debe ser individual porque debe tener en cuenta siempre el contexto familiar donde cada miembro tiene que estar involucrado.  Los herman@s quieran o no, jugarán un papel activo y significativo en el tratamiento del niñ@ con TDAH, por lo tanto, es imprescindible que traten de tenerlos de su lado con la finalidad de hacer las cosas mucho más fáciles.

Por todo ello se hace necesario tener en cuenta algunas sugerencias que puedenprevenir significativamente estas situaciones:

· Buscar la forma de compensar al herman@ sin TDAH, dedicándole algunosmomentos de atención exclusiva para él.  Deben tener cuidado de que el hermano sin TDAH no sea consciente de que tratan de equilibrar la balanza.

·Nunca deben decirle a los herman@s pequeños, que el herman@ mayor tiene problemas y que necesita atención especial.

·Transmitir a los hijos que el trato igual de los padres se mide en sesiones o tiempo de dedicación, (“la atención y el cariño no se miden en dosis”)  procurando siempre que reciban los mismos regalos.  Si determinan un sistema de recompensas con el niñ@ TDAH, traten de extender el programa a todos los demás de la casa.  Aunque los otros pueden no necesitarlo si que causará mejorías en sus conductas.

·Aunque no es sencillo, no pedirán a los herman@s que sean ellos, siempre, los que se adapten al niñ@ con TDAH.

·Deben tratar de conseguir la cooperación de los herman@s mayores para ayudar al hermano con TDAH en sus tareas escolares y en mejorar sus habilidades sociales.

·Traten de apuntarles a actividades de ocio diferentes.  Todos los hijos quieren tener una identidad diferente y buscan llamar la atención de sus padres.  Mejor que uno sea “el músico” y el otro el “deportista”, a que uno sea el “desastre y vago” y otro “el bueno y trabajador”.

·No deben esperar que los herman@s sin TDAH sean siempre comprensivos con su hermano.  Las exigencias y privilegios que se tengan con unos hermanos y otros,deben depender de su capacidad de respuesta.  Deben dar a cada herman@ aquello que necesita realmente.

·Han de prestar especial atención a los herman@s “hiperresponsables”, que se preocupan excesivamente del niñ@ con TDAH, le enseñan, le ayudan, le protegen y le miman constantemente.  Ya que no es bueno para el niñ@ con TDAH, al no tener la oportunidad de desarrollar su autonomía suficientemente para ponerse a prueba por sí mismos, al verse permanentemente protegido.

Esta labor, de “educador-cuidador” en cierto modo acentúa el papel de hij@ perfecto,  pero a su vez, le esclaviza y  le obliga a dejar sus emociones de niñ@ a un lado al comportarse siempre como un pequeño adulto.

·Realicen reuniones familiares para conversar sobre estas situaciones (recompensas, refuerzos, consecuencias, etc.), de manera que la intervención pase a formar parte de una rutina familiar en vez de ser vista como un tratamiento exclusivo para el herman@ con TDAH.

07-03-2010 | Guardado en Los hermanos del TDAH ¿Cómo prevenir que se sientan ignorados? por José Javier González Lajas