martes, 15 de abril de 2014

Los hermanos del TDAH ¿Cómo prevenir que se sientan ignorados?

El niñ@ con TDAH absorbe mucha atención de sus padres y por ello no tiene por qué perjudicar a sus hermanos.

Los niñ@s que presentan TDAH, demandan tanta atención individual que es muy común escuchar de los herman@s:

  “¿Por qué Pedro recibe tantos premios y yo no?”

 “¿Por qué tú le prestas mucha atención a mi hermano y no me prestas atención a mi?”

 “¿Cómo le has dedicado el martes a Pedro, ahora me toca a mí el sábado? ¿No?”

 “¿Por qué le has comprado ese regalo a Pedro y a mí no?  Me gusta más el suyo”

 La relación entre herman@s tiene siempre una rivalidad (más o menos intensa) respecto al deseo de sentirse únicos y especiales para sus padres.  Por lo que  es una característica bastante común en cualquier hogar con dos o más niñ@s, haciéndosemás intensa significativamente cuando uno de los niñ@s tiene TDAH.  La mayoría de las veces los herman@s notan la diferencia de trato que ellos reciben y la que recibe el que tiene TDAH, lo que genera y fomenta habitualmente conductas celotípicas.

Es más, explicaciones repetitivas, tales como: “tu herman@ tiene problemas” ya no convencen lo suficiente como para aliviar  tal rivalidad.

Ellos no consideran que el hermano con TDAH sea realmente diferente, sienten que éste recibe un tratamiento especial y quieren recibirlo también.

Como padres o tutores es imprescindible evaluar la forma en la que los otros herman@s reaccionan cada vez que proporcionan un castigo o una recompensa al que tiene TDAH.  Ya que si ignoran sus reacciones no estarán resolviendo ningún problema sino que estarán creando uno mayor.

Es normal que los herman@s reaccionen negativamente cuando sienten que uno de ellos recibe un tratamiento especial.  El tratamiento para un niñ@ con TDAH, no debe ser individual porque debe tener en cuenta siempre el contexto familiar donde cada miembro tiene que estar involucrado.  Los herman@s quieran o no, jugarán un papel activo y significativo en el tratamiento del niñ@ con TDAH, por lo tanto, es imprescindible que traten de tenerlos de su lado con la finalidad de hacer las cosas mucho más fáciles.

Por todo ello se hace necesario tener en cuenta algunas sugerencias que puedenprevenir significativamente estas situaciones:

· Buscar la forma de compensar al herman@ sin TDAH, dedicándole algunosmomentos de atención exclusiva para él.  Deben tener cuidado de que el hermano sin TDAH no sea consciente de que tratan de equilibrar la balanza.

·Nunca deben decirle a los herman@s pequeños, que el herman@ mayor tiene problemas y que necesita atención especial.

·Transmitir a los hijos que el trato igual de los padres se mide en sesiones o tiempo de dedicación, (“la atención y el cariño no se miden en dosis”)  procurando siempre que reciban los mismos regalos.  Si determinan un sistema de recompensas con el niñ@ TDAH, traten de extender el programa a todos los demás de la casa.  Aunque los otros pueden no necesitarlo si que causará mejorías en sus conductas.

·Aunque no es sencillo, no pedirán a los herman@s que sean ellos, siempre, los que se adapten al niñ@ con TDAH.

·Deben tratar de conseguir la cooperación de los herman@s mayores para ayudar al hermano con TDAH en sus tareas escolares y en mejorar sus habilidades sociales.

·Traten de apuntarles a actividades de ocio diferentes.  Todos los hijos quieren tener una identidad diferente y buscan llamar la atención de sus padres.  Mejor que uno sea “el músico” y el otro el “deportista”, a que uno sea el “desastre y vago” y otro “el bueno y trabajador”.

·No deben esperar que los herman@s sin TDAH sean siempre comprensivos con su hermano.  Las exigencias y privilegios que se tengan con unos hermanos y otros,deben depender de su capacidad de respuesta.  Deben dar a cada herman@ aquello que necesita realmente.

·Han de prestar especial atención a los herman@s “hiperresponsables”, que se preocupan excesivamente del niñ@ con TDAH, le enseñan, le ayudan, le protegen y le miman constantemente.  Ya que no es bueno para el niñ@ con TDAH, al no tener la oportunidad de desarrollar su autonomía suficientemente para ponerse a prueba por sí mismos, al verse permanentemente protegido.

Esta labor, de “educador-cuidador” en cierto modo acentúa el papel de hij@ perfecto,  pero a su vez, le esclaviza y  le obliga a dejar sus emociones de niñ@ a un lado al comportarse siempre como un pequeño adulto.

·Realicen reuniones familiares para conversar sobre estas situaciones (recompensas, refuerzos, consecuencias, etc.), de manera que la intervención pase a formar parte de una rutina familiar en vez de ser vista como un tratamiento exclusivo para el herman@ con TDAH.

07-03-2010 | Guardado en Los hermanos del TDAH ¿Cómo prevenir que se sientan ignorados? por José Javier González Lajas

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